Desde que los primeros humanos descubrieron el fuego hace ahora unos 800.000 años, la ciencia y nuestra historia han ido de la mano. Sin humanidad, no habría ciencia. Pero sin ciencia, tampoco habría humanidad. Se necesitan mutuamente.
De esta forma se utilizan conocimientos de distintas ciencias como la social o ciencias naturales, referidas por ejemplo a la Física o la Química. El planteamiento de este tipo de historia no es nada fácil, ya que el ser humano, las personas encargadas de describir y explicar estos acontecimientos, tienden a aportar pensamiento o información subjetiva o propia que puede alterar las características o finalidad de esta historia.
Si en las ciencias formales se trabaja empezando desde el pensamiento abstracto, en las ciencias fácticas se parte de la observación de un fenómeno perteneciente al ámbito de lo empírico, y no de la racionalidad.
La historia anticuaria es un tipo de historia que tiene como finalidad estudiar y describir hechos o datos del pasado, de este modo su estudio se centrará en recopilar y analizar acontecimientos de las civilizaciones antiguas, pudiendo así dividirse en diferentes épocas o etapas como sería la edad de piedra o la edad de los metales.
Dada la finalidad y el modo de tratar y presentar los diferentes hechos y personajes, en ocasiones poco objetivo, hace que otros tipos de Historia no estén conformes. El claro ejemplo sería la historia crítica, ya presentada, ya que no concibe de manera positiva la manipulación de datos e información que hace la historia de bronce para mejorar la imagen del país.
Por otro lado, las ciencias formales pueden servir de base para el resto de ciencias que veremos (y funcionar tanto para el análisis de fenómenos físicos naturales como humanos o sociales), pero no necesitan de datos empíricos para existir, dado que su alcance empieza y termina en las relaciones lógicas y numéricas.
La historia de la ciencia es, en suma, la ciencia misma y la construcción de su campo como disciplina y profesión. En ella se explica cómo es que ésta llegó a ser lo que es, qué papel juega el científico en la sociedad, cómo es que la ciencia y los científicos han cambiado al mundo y cuáles han sido los factores por los que la ciencia se volvió un instrumento válido para comprenderlo y medirlo.
A diferencia de las ciencias formales, que se basaban en la inducción (de cosas particulares hace razonamientos generales), las ciencias naturales son deductivas (partiendo de razonamientos generales, explica las particularidades del Universo). Evidentemente, existen muchas ciencias naturales, pero estas son las principales.
Asimismo, el historiador es el profesional formado en historia tanto la referida a la disciplina académica como la Ciencia. De este modo será el encargado de estudiar los acontecimientos del pasado y colaborar para la preservación de la cultura de la sociedad. Dada la amplitud del campo de estudio se puede especializar en una área en concreto como la arqueología o en ámbitos determinados como en el deporte o la ciencia.
Considerando que la ciencia puede abarcar cuerpos de conocimientos muy amplios, estos últimos suelen dividirse de acuerdo con los conocimientos específicos que generan. En este sentido suelen reconocerse tres grandes tipos de ciencia: ciencias formales, ciencias naturales y ciencias sociales.
Así pues, la historia está formada por hechos y acontecimientos relevantes realizados por las personas, esto quiere decir que no cualquier evento o acción formará parte de la historia sino que serán aquellos relevantes los que se tendrán en cuenta cuando se estudie esta disciplina. También apunta que los diferentes acontecimientos que la constituyen deberán entenderse como un conjunto, relacionados entre ellos, y no como elementos aislados independientes entre ellos.
Las ciencias formales llegan a la verdad sin necesidad de explorar el exterior, pues en sus propios enunciados e interrelaciones se encuentran las respuestas a todas sus preguntas. En otras palabras, una ciencia formal es aquella que relaciona ideas y conceptos de una manera abstracta pero racional. Dentro, tenemos principalmente la lógica y las matemáticas.
Por lejanas o distantes que parezcan, la historia y la ciencia tienen una conexión indisoluble que nace en el momento mismo en que estos campos del saber se constituyen. Es por ello que en las siguientes líneas aspiro a que el lector encuentre claridad respecto a esta interesante relación, misma que se halla en el quehacer del científico. Para comenzar debemos entender qué es la historia.
Las ciencias formales son un conjunto de sistemas lógicos y abstractos que pueden ser aplicados a distintos objetos de estudio. Las ciencias formales se componen de sistemas de signos. A su vez, estos sistemas originan una serie de estructuras abstractas por medio de las que se generan patrones de organización y se explican distintos fenómenos una vez han sido aceptadas presuposiciones desde las que se parte. Esto último es lo que las diferencia de las ciencias naturales y sociales.
En este sentido, las ciencias sociales defienden que, además de un claro componente biológico, en nuestra forma de ser y en las relaciones que establecemos, el factor cultural y social, que se escapan de lo meramente científico, son muy importantes.
La Economía es la ciencia social que mueve el mundo. Y es que esta disciplina estudia la producción, intercambio, distribución y consumo tanto de bienes materiales como de servicios, así como la fluctuación en los valores de las distintas monedas. En este sentido, la Economía organiza a la sociedad para que los recursos sean distribuidos por los distintos territorios, asegurando que estos se renueven constantemente y satisfaciendo la oferta y la demanda.
Así pues, al tratarse de una actividad muy amplia, la ciencia puede ofrecer explicaciones sobre distintas áreas. Para facilitar la distinción entre una y otra, la ciencia suele dividirse en varios tipos. En este artículo veremos qué tipos de ciencia existen y cómo se describe cada uno.
De hecho, las ciencias naturales suelen subdividirse en dos grandes grupos: las ciencias físicas y las ciencias biológicas. Las primeras incluyen disciplinas como la química, la física, la astronomía y la geología; mientras que las segundas incluyen las distintas formas de vida que existen en nuestro planeta. Estos últimos pueden ser los seres humanos, los animales, las plantas y los microorganismos. De ahí que incluya disciplinas como la botánica, la zoología o veterinaria, la anatomía, la ecología, la genética o la neurociencia, entre otras.
Aun así, históricamente se ha clasificado la ciencia en tres grandes ramas: formales (matemáticas), naturales (ciencias de la vida) y sociales (centradas en el comportamiento humano). Esto es de tremenda utilidad, aunque quizás peque de reduccionista, así que hemos intentado expandir un poco esta clasificación. Veamos los diferentes tipos de ciencias.
Las ciencias naturales son todas aquellas áreas de conocimiento que, lejos de estudiar lo abstracto, se centran en comprender la realidad del Universo, una realidad que, si bien está mediada por leyes matemáticas, no nace de nuestra mente. En este sentido, las ciencias naturales tienen que descubrir principios (que pueden ser rechazados) que expliquen el funcionamiento de aquello que nos rodea.
Como venimos diciendo, no es sencillo clasificar las cientos de disciplinas científicas distintas en unos grupos claramente delimitados. Para hacernos una idea, dentro de la Biología hay, al menos, 60 ramas diferentes. Y dentro de cada una, varias subramas. Dentro de la Psicología, cerca de 30. Igual que con la Química, la Geología, las Matemáticas, la Física, etc.
Como bien es sabido, la Historia explica y plantea los diferentes acontecimientos del pasado referentes a los humanos o a otros aspectos. Pero ya no es tan conocida las distintas concepciones de ella tanto como una ciencia social, si plantean hechos relacionados con las personas, con la humanidad o natural, cuando hace referencia a otros hechos no vinculados al ser humano, otras ciencias naturales serían la Física o la Química; o como una disciplina académica, encargada de estudiar y desarrollar el conocimiento o acontecimientos del pasado.