En general, el reino animal causa fascinación a las personas, sin embargo, los animales que se describen con tamaños de grandes dimensiones tienden a llamar aún más nuestra atención. Algunas de estas especies de inusual tamaño viven en la actualidad, mientras que otras se conocen por el registro fósil e incluso varias son parte de las leyendas que a través del tiempo se han contado. Uno de esos animales descritos es el megalodón, el cual ha sido relatado como un tiburón de proporciones tremendas. Tanto es así, que ha sido considerado como el pez más grande que ha existido en la tierra, lo que convertiría a este animal en un mega depredador de los océanos.
Se estima que diversos eventos geológicos y ambientales contribuyeron con la extinción del megalodón. Uno de estos eventos fue la formación del istmo de Panamá, lo que trajo consigo el cierre de la conexión entre los océanos Pacífico y Atlántico, trayendo importantes trasformaciones en las corrientes oceánicas, las temperaturas y la distribución de la fauna marítima, aspectos que muy posiblemente afectaron de manera importante a la especie en cuestión. El descenso de las temperaturas oceánicas, el inicio de una era de glaciación y la disminución de especies que eran presas importantes para su alimentación, sin duda fueron determinantes e impidieron que el megalodón se continuara desarrollando en los hábitats conquistados.
El megalodón lleva por nombre científico Carcharocles megalodon y, aunque anteriormente poseía otra clasificación, en la actualidad existe un amplio consenso que indica que corresponde al orden de los Lamniformes (al cual también pertenece el tiburón blanco), a la familia extinta Otodontidae y al género igualmente extinto de los Carcharocles.
Durante mucho tiempo, diversos estudios científicos, basándose en las estimaciones por los restos encontrados, propusieron que este gran tiburón pudo haber tenido diferentes dimensiones. En este sentido, se consideró que el megalodón media unos 30 metros de longitud pero, ¿es este el tamaño real del megalodón? Con el avance de los métodos científicos para el estudio de restos fósiles, posteriormente estas estimaciones se descartaron y en la actualidad se ha establecido que el megalodón realmente tuvo una longitud aproximada de 16 metros, llegando a medir la cabeza cerca de 4 metros o un poco más, con la presencia de una aleta dorsal que sobrepasaba los 1,5 metros y la cola de casi 4 metros de alto. Sin duda, estas dimensiones son de proporciones importantes para un pez, de manera que sí puede ser considerado el mayor de su grupo.
Hoy, la información con la que contamos apunta a que el megalodón no nada en los mares modernos. Sin embargo, la búsqueda por un gigante con hileras de colmillos afilados persiste entre los esfuerzos paleontológicos del mundo. En el imaginario colectivo, además, el concepto de un tiburón de dimensiones considerables parece rumiar como una posibilidad que puede resurgir de entre las olas en cualquier momento.
En general, se piensa que si este tiburón aún existiera y estuviera fuera del radar de los estudios oceánicos, seguramente presentaría cambios importantes, puesto que debió haberse adaptado a las nuevas condiciones que surgieron posteriormente a las transformaciones en los ecosistemas marinos.
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Hace más de 3 millones de años, un tiburón gigante dominó las profundidades de las aguas saladas del mundo. Una bestia con hileras de colmillos triangulares de 17 centímetros y una longitud promedio de 15 metros: el megalodón se caracterizó por ser uno de los depredadores más letales de las olas durante la era prehistórica. La ciencia está casi segura de que se había extinto, pero algunas teorías advierten que podría estar al acecho todavía.
A pesar de que no existe evidencia fehaciente todavía de que el megalodón todavía deambule en las profundidades del mar, se han descubierto restos fósiles en la actualidad en las cercanías de Panamá, Japón, Australia y el sureste de los Estados Unidos. A pesar de que esto es cierto, no es suficiente sustento para argumentar que estos animales bestiales viven entre los peces actuales.
Los océanos son ecosistemas con una gran vastedad, de modo que ni siquiera todo el adelanto científico y tecnológico disponible en la actualidad permite conocer en su totalidad la abundancia de vida en los hábitats marinos. Esto ha traído como consecuencia que muchas veces surjan especulaciones o historias colectivas sobre la existencia actual de ciertas especies particulares, y el megalodón es una de ellas. Según ciertas creencias este gran tiburón podría habitar espacios no conocidos por los científicos, por lo que se ubicaría en profundidades inexploradas todavía. Sin embargo, en general para la ciencia, la especie Carcharocles megalodon se encuentra extinta, ya que no hay evidencia de la presencia de individuos vivos, lo cual sería la forma de confirmar su posible extinción o no.
Es una realidad que las aguas inferiores de nuestros océanos están todavía inexploradas. Por esta razón, diversos científicos consideran que es posible que este gigante submarino pueda residir en las profundidades más oscuras de los mares. La presunción está basada en el hecho de que, en estos lugares, se mantienen madrigueras de animales primigenios.
Sin embargo, evidencia paleontológica que data del siglo XIX sugiere que sus dimensiones pudieron haber sido mucho mayores a las de los tiburones contemporáneos. Para los científicos de hoy, ha sido difícil mantener un registro más actualizado, ya que los restos orgánicos de estos tiburones gigantes se deterioraron rápidamente por la salinidad del mar.
La evidencia encontrada sugiere que este tiburón vivió desde el Mioceno hasta finales del Plioceno, de modo que el megalodón se extinguió hace unos 2,5 o 3 millones de años atrás. Esta especie tuvo un amplio rango de distribución en prácticamente todos los océanos y se movilizaba con facilidad desde aguas costeras hasta zonas profundas, teniendo preferencia por aguas subtropicales a templadas.
Los restos fósiles del megalodón han sido ubicados principalmente en el sureste de los Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico, Granadinas, Cuba, Jamaica, Islas Canarias, África, Malta, India, Australia, Nueva Zelanda y Japón, lo que demuestra que tuvo una existencia altamente cosmopolita.
En este otro artículo hablamos más detalladamente sobre Por qué se extinguió el megalodón.