La sífilis es una infección bacteriana que suele transmitirse por contacto sexual. La enfermedad comienza como una llaga sin dolor, generalmente en los genitales, el recto o la boca. La sífilis se transmite de persona a persona a través del contacto con estas llagas por la piel o las membranas mucosas.
La OMS cuenta con una iniciativa mundial para la eliminación de la sífilis congénita (en inglés), asociada con otra para la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y la hepatitis viral B.
La prueba de sífilis puede ayudar a diagnosticar la infección en etapas tempranas, cuando es más fácil de curar. Además, detectar y tratar la infección en etapas tempranas también puede prevenir el contagio a otras personas.
Utilizar preservativos de manera sistemática y correcta es la mejor forma de prevenir la sífilis y muchas otras ITS. La sífilis también puede propagarse a través del contacto con otras partes del cuerpo no cubiertas por un preservativo, como genitales, ano y boca.
Las pruebas reagínicas en líquido cefalorraquídeo son bastante sensibles durante la enfermedad temprana, pero menos en la neurosífilis tardía. Estas últimas pruebas pueden emplearse para diagnosticar la neurosífilis o para controlar la respuesta al tratamiento a través de la medición del título de anticuerpos.
En 2020, según cálculos de la OMS, 7,1 millones de adultos de entre 15 y 49 años contrajeron sífilis en el mundo. Algunos países que realizan seguimientos sistemáticos de la enfermedad están registrando un aumento importante en el número de casos de sífilis entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y de sífilis congénita.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad se cura fácilmente con antibióticos. El uso correcto de preservativos de látex disminuye enormemente, aunque no elimina, el riesgo de adquirir y contagiarse la sífilis. Si usted o su pareja es alérgica al látex, puede usar condones de poliuretano. La forma más confiable de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
En 2016 (últimos cálculos disponibles), siete de cada 1 000 mujeres embarazadas tenían sífilis. En el mundo, estos casos de sífilis materna provocaron, según se calcula, 143 000 muertes fetales tempranas y prenatales, 61 000 muertes neonatales, 41 000 bebés prematuros o de bajo peso al nacer y 109 000 lactantes con sífilis congénita.
Un 10% de los pacientes manifiesta lesiones en otros órganos, como oculares (uveítis), óseas (periostitis), articulares, meníngeas, renales (glomerulitis), hepáticas (hepatitis) o esplénicas.
La sífilis se transmite durante el sexo oral, anal o vaginal por contacto con lesiones infecciosas, y también durante el embarazo a través de la placenta. La transmisión generalmente ocurre en las primeras fases de la enfermedad, es decir, hasta dos años después de la infección.
Alrededor de la mitad de los pacientes presenta adenopatías, que suelen ser generalizadas y se asocian con ganglios linfáticos indoloros, duros y delimitados, a veces con hepatoesplenomegalia.
Si le hacen una punción lumbar, tal vez tenga dolor o sensibilidad en la parte de la espalda donde se inserta la aguja. Después del procedimiento, también podría tener un dolor de cabeza, el que puede durar de unas horas a más de una semana.
Más del 80% de los pacientes presenta lesiones mucocutáneas; puede encontrarse una gran variedad de lesiones y cualquier parte de la superficie corporal puede estar comprometida. Sin tratamiento, las lesiones pueden desaparecer en pocos días o semanas, persistir durante varios meses o recidivar tras la curación, pero todas desaparecen finalmente, en general sin cicatrices.
La penicilina es el único tratamiento recomendado para las mujeres embarazadas con sífilis. Las mujeres que son alérgicas a la penicilina pueden someterse a un proceso de insensibilización que les permita tomar penicilina.
Si no recibes tratamiento para la sífilis, la enfermedad pasa de la etapa secundaria a la etapa oculta (latente), durante la cual no tendrás síntomas. La etapa latente puede durar años. Es posible que los signos y síntomas nunca regresen o que la enfermedad avance a la tercera etapa (terciaria).
Los síntomas en esta fase desaparecerán aunque reciba o no reciba tratamiento. Sin el tratamiento adecuado, la infección progresará a la fase latente y posiblemente a la fase terciaria de la enfermedad.
La sífilis se transmite durante el sexo oral, vaginal y anal, durante el embarazo y por transfusiones sanguíneas. En mujeres embarazadas puede provocar la muerte del feto o del recién nacido o transmitirse al neonato (sífilis congénita).
La penicilina\r\n puede prevenir que la sífilis se transmita de la madre al bebé. Los\r\n bebés que nacen con sífilis (sífilis congénita), o los bebés cuya madre\r\n tenía sífilis no tratada, necesitan ser tratados de inmediato para\r\n evitar problemas de salud graves.
Algunos grupos de población se ven afectados de manera desproporcionada por la sífilis. Por ejemplo se calcula que, a nivel mundial, el 7,5% de los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen sífilis, en comparación con el 0,5% de los hombres en la población general (1). Esto se debe a varios factores, entre ellos a unos altos niveles de estigmatización y discriminación, y al acceso limitado a la atención médica.
Cuando se diagnostica y se trata en sus primeras etapas, la sífilis es fácil de curar. El tratamiento preferido en todas las etapas es la penicilina, un medicamento antibiótico que puede matar al organismo que causa la sífilis. Si eres alérgico a la penicilina, tu médico puede sugerirte otro antibiótico o recomendarte la insensibilización con penicilina.
Otros nombres: reagina plasmática rápida (RPR), pruebas del laboratorio de investigación de enfermedades venéreas (VDRL), prueba de absorción de anticuerpos treponémicos fluorescentes (FTA-ABS), ensayo de aglutinación de partículas (TPPA), microscopía de campo oscuro
Si no se trata, la sífilis puede tener desenlaces adversos graves, como la muerte fetal o neonatal, partos prematuros, un bajo peso del bebé al nacer y problemas de salud en el bebé infectado durante toda la vida. El 67% de las mujeres con sífilis no tratada tendrán un resultado adverso del embarazo: en un 26% de los casos se producirá muerte intrauterina o prenatal. La sífilis es la segunda causa más común de muerte prenatal por enfermedades infecciosas en todo el mundo.
El chancro generalmente se presenta alrededor de tres semanas después de la exposición. Muchas personas que tienen sífilis no notan el chancro porque generalmente es indoloro y puede estar escondido dentro de la vagina o el recto. El chancro sanará por sí solo en un plazo de tres a seis semanas.